jueves, 8 de noviembre de 2012

¡Fuera Mitos!







No existe una definición única sobre el término discapacidad, no hay acuerdos, como en muchos otros conceptos de nuestro lenguaje. Depende del autor o la institución que la defina, y de la época en la pretenda ser explicada.

La Organización Mundial de la Salud la define así:

Discapacidad: Es cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano. La discapacidad se caracteriza por excesos o insuficiencias en el desempeño de una actividad rutinaria normal, los cuales pueden ser temporales o permanentes, reversibles o surgir como consecuencia directa de la deficiencia o como una respuesta del propio individuo, sobre todo la psicológica, a deficiencias físicas, sensoriales o de otro tipo.

Deficiencia: Es la pérdida o la anormalidad de una estructura o de una función psicológica, fisiológica o anatómica, que puede ser temporal o permanente. Entre las deficiencias se incluye la existencia o aparición de una anomalía, defecto o pérdida producida por un miembro, órgano, tejido o cualquier otra estructura del cuerpo, incluidos los sistemas de la función mental.

Si nos guiamos por esta definición la discapacidad abarca un gran espectro, en donde son tomadas en cuenta todas aquellas anomalías o deficiencias: fisiológicas, psicológicas, físicas que pueden ser temporales o no.

Y precisamente en esta parte de catalogarlas como temporales o permanentes es donde nos encontramos los problemas más graves,  puesto que muchas personas se encuentran desde un principio mal diagnosticadas, lo que provoca que el camino a su rehabilitación se convierta en un proceso lleno de obstáculos.

Todo comienza con los malos diagnósticos o los No diagnósticos, son los obstáculos primarios a los que se enfrenta una persona discapacitada en conjunto con su familia.
En la mayoría de los casos hay un profundo desconocimiento de las formas de discapacidad y su forma de tratarlas, si a ello le agregamos problemas económicos la dificultad de rehabilitación se multiplica.

De ahí parte la discriminación, de la ignorancia, es por ello que me resulta de vital importancia difundir lo que la discapacidad significa.

Necesitamos como sociedad, conocer y entender a la discapacidad  para poder ser incluyentes y ayudar a las personas que la padecen a ser tratadas con dignidad en las escuelas, en los mismos centros de rehabilitación, en las empresas, en la calle, para que en la medida de lo posible se puedan integrar a las actividades “normales”, ser productivos, independientes, y aceptados así como son: diferentes
.
En esta ocasión hemos preparado cinco historias de vida, en donde se muestran distintos tipos de discapacidad, tipos de familia, diagnósticos, y obviamente diferentes maneras de abordarla, en donde el común denominador es la lucha de padres e hijos por salir adelante pese a todos los obstáculos que la vida pueda presentar.

También presentaremos la opinión de una especialista en rehabilitación, que comparte su  valiosa experiencia desde una trinchera,  que para muchos, es poco conocida: el trabajo en los municipios.

Todas las mujeres que hemos participado con entusiasmo en la elaboración de estas historias, esperamos que sean de utilidad para acercar y sensibilizar a los lectores sobre lo que la discapacidad significa y tal vez inspirar a padres y madres que necesitan palabras de aliento y esperanza,  para comenzar el complicado camino hacia la rehabilitación de sus hijos.

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