No existe una
definición única sobre el término discapacidad, no hay acuerdos, como en muchos
otros conceptos de nuestro lenguaje. Depende del autor o la institución que la
defina, y de la época en la pretenda ser explicada.
La Organización Mundial
de la Salud la define así:
Discapacidad: Es cualquier restricción o impedimento de la
capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se
considera normal para el ser humano. La discapacidad se caracteriza por excesos
o insuficiencias en el desempeño de una actividad rutinaria normal, los cuales
pueden ser temporales o permanentes, reversibles o surgir como consecuencia
directa de la deficiencia o como una respuesta del propio individuo, sobre todo
la psicológica, a deficiencias físicas, sensoriales o de otro tipo.
Deficiencia: Es la pérdida o la anormalidad de una
estructura o de una función psicológica, fisiológica o anatómica, que puede ser
temporal o permanente. Entre las deficiencias se incluye la existencia o
aparición de una anomalía, defecto o pérdida producida por un miembro, órgano,
tejido o cualquier otra estructura del cuerpo, incluidos los sistemas de la
función mental.
Si nos guiamos
por esta definición la discapacidad abarca un gran
espectro, en donde son tomadas en cuenta todas aquellas anomalías o
deficiencias: fisiológicas, psicológicas, físicas que pueden ser temporales o
no.
Y precisamente
en esta parte de catalogarlas como temporales o permanentes es donde nos
encontramos los problemas más graves, puesto
que muchas personas se encuentran desde un principio mal diagnosticadas, lo que
provoca que el camino a su rehabilitación se convierta en un proceso lleno de
obstáculos.
Todo comienza
con los malos diagnósticos o los No diagnósticos, son los obstáculos primarios
a los que se enfrenta una persona discapacitada en conjunto con su familia.
En la mayoría de
los casos hay un profundo desconocimiento de las formas de discapacidad y su
forma de tratarlas, si a ello le agregamos problemas económicos la dificultad
de rehabilitación se multiplica.
De ahí parte la
discriminación, de la ignorancia, es por ello que me resulta de vital
importancia difundir lo que la discapacidad significa.
Necesitamos como
sociedad, conocer y entender
a la discapacidad para poder ser incluyentes y ayudar a las
personas que la padecen a ser tratadas con dignidad en las escuelas, en los
mismos centros de rehabilitación, en las empresas, en la calle, para que en la
medida de lo posible se puedan integrar a las actividades “normales”, ser
productivos, independientes, y aceptados así como son: diferentes
.
En esta ocasión
hemos preparado cinco historias de vida, en donde se muestran distintos tipos
de discapacidad, tipos de familia, diagnósticos, y obviamente diferentes maneras
de abordarla, en donde el común denominador es la lucha de padres e hijos por
salir adelante pese a todos los obstáculos que la vida pueda presentar.
También
presentaremos la
opinión de una especialista en rehabilitación, que comparte su valiosa experiencia desde una trinchera, que para muchos, es poco conocida: el trabajo
en los municipios.
Todas las
mujeres que hemos participado con entusiasmo en la elaboración de estas
historias, esperamos que sean de utilidad para acercar y sensibilizar a los lectores
sobre lo que la discapacidad significa y tal vez inspirar a padres y madres que
necesitan palabras de aliento y esperanza,
para comenzar el complicado camino hacia la rehabilitación de sus hijos.
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