Pero este año me sentí diferente,
ahora veo la huella del tiempo, y veo que mis niños muy pronto dejarán de
serlo, me invadió una sensación de nostalgia, que en poco tiempo, ya no los
podré cargar, y menos al mismo tiempo a los cuates, no cabrán en mi cama todos
juntos como ahora, que hasta Pancho el perro se acomoda, ni podré casi asfixiarlos
con un gran abrazo.
Entonces decidí prepararles
un día en el que solo tuvieran que preocuparse por jugar, hasta su cuerpo
pidiera ir a dormir. Y así fue, después de un gran festejo en la escuela con
guerras de agua, obras de teatro, música, llegaron a la casa y se encontraron
en el parque del fraccionamiento con un gran inflable, globos y una pista de
carrera, que por cierto nadie usó.
Se dedicaron a correr,
brincar, quitarse los zapatos y calcetines para ensuciarse bien, se empaparon
de nuevo, se pelearon, se contentaron, bailaron, cincuenta veces la misma
canción, hacían a las niñas a un lado, arriesgaron el pellejo infinidad de
veces en lo más alto del juego, comieron y bebieron todo que se les había
preparado, toda la palomilla del
vecindario junta.
Quisiera atesorar cada
momento de sus pequeñas vidas, para que dentro de algunos años, puedan revivir
su infancia, pues estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para que la
recuerden como feliz.
Estas breves palabras
son parte de eso que quiero que ustedes tengan y lean, tal vez el día hoy no lo comprendan,
pero algún día lo harán y seguro tendrán una gran sonrisa en su rostro.
Niños, ustedes llegaron
a esta casa para cambiar mi vida. Me encanta ser su mamá, es un placer. No
cambiaría absolutamente nada de nuestra historia, es perfecta para mí, volvería
a pasar y a vencer cada uno de los obstáculos que nos ha puesto la naturaleza,
por ustedes, por verlos como son ahora, en lo que se han convertido, y claro,
daría lo que fuera por poder ver en lo que ustedes decidan ser cuando sean
adultos, para disfrutar a su lado.
Diego tu enorme
sensibilidad te hace tener siempre la palabra perfecta para reconfortarme y
poner una sonrisa en mi rostro, tu mirada apacible y tranquila, hacen que
recobre la paciencia cuando la pierdo. Tus dibujos que todos los días haces con
gran dedicación, los llevo en mi corazón y en las paredes de mi oficina y en mi
agenda también. Tienes una fortaleza y un gran corazón, que a tu corta edad te
ha permitido sobrellevar con dignidad los problemas de casa, no todos somos
capaces de ser hermanos mayores de gemelos, y ¡qué gemelos! Y tú lo has hecho
de maravilla.
Marcelo has trabajo
arduamente desde que tenías tres meses de vida, la naturaleza nos puso a los
dos una prueba muy dura, que todos los días tenemos que enfrentar y vivir con
ella. A pesar de la adversidad, no recuerdo una sola queja de tu parte, por el
contrario eres tan dulce que tu mirada encantadora basta para cambiar el rumbo
de mí día. Me haces sentir plena con tus besos y cariños. Cada caricia que me
haces con tu mano derecha, es el regalo más grande que puedo recibir, porque sé
que el trabajo que te cuesta, pero lo haces para mí, para demostrar tu amor. Eres
un gran ejemplo de tenacidad y perseverancia, voy a estar a tu lado para seguir
luchando junto contigo, siempre.
Nicolás, Mi-ní, tu energía y tu destreza me impresionan, a veces me pregunto
qué sería de esta casa, sin tus cantos, tus eternos brincos, tus gritos, tus
charlas interminables, eres un sol lleno de alegría. Me iluminas con tus
ocurrencias, con esos hermosos ojos expresivos y con la bondad que me regalas desde que eras un bebé, porque
compartiste a mamá en momentos difíciles y te convertiste en un gran maestro de
vida para tu hermano, tal vez sin querer, pero lo eres, porque así lo has
decidido tú. Quiero que sepas que guardo en mi corazón cada domingo que me
acompañas a descansar, viendo una película, solo tú y yo.
Todos son tan
distintos, tan únicos, tan especiales y extraordinarios que estoy muy orgullosa
de ser su mamá. Y mientras tenga vida, estaré para ustedes, para acompañarlos
en su desarrollo, disfrutando de sus logros y abrazándolos en momentos de
adversidad. Y mis logros y fracasos, no tendrían sentido si no estuvieran a mi
lado.
Los adoro niños, nunca
lo olviden.
Con todo el amor que
tengo en mi ser,
Norma, mamá